Vida activa después de los 40: cómo elegir zapatillas de mujer cómodas y funcionales
A partir de los 40 años, muchas mujeres peruanas comienzan a notar cambios en su cuerpo que afectan su forma de caminar, su postura y su nivel de energía. La elección del calzado adecuado no solo influye en la comodidad diaria, sino también en la salud musculoesquelética y en la prevención de lesiones. Por ello, seleccionar unas buenas zapatillas mujer se convierte en una decisión clave para mantener una vida activa y saludable.
Marcas especializadas como Skechers Perú han desarrollado líneas de calzado que combinan comodidad, soporte y estilo, pensadas para mujeres que quieren seguir activas después de los 40. Esta etapa de la vida exige productos diseñados para responder a nuevas necesidades del cuerpo, desde un mayor soporte en el arco hasta una amortiguación que alivie la presión en las articulaciones.
Por qué el calzado importa más después de los 40
Con el paso del tiempo, el cuerpo experimenta transformaciones naturales: los arcos plantares pueden aplanarse, la amortiguación natural de las articulaciones disminuye y la musculatura pierde elasticidad. Estos cambios aumentan la susceptibilidad a dolencias como fascitis plantar, juanetes, dolores lumbares y problemas de equilibrio.
Un calzado inadecuado puede agravar estos problemas. Según estudios clínicos, el 70% de las personas presentan problemas en los pies, siendo el 80% mujeres, debido al uso de zapatos incómodos o inadecuados para su estructura corporal.
Por tanto, invertir en un buen par de zapatillas no es un lujo, sino una necesidad para preservar la salud y el bienestar, especialmente en una etapa de la vida en la que el autocuidado cobra un rol protagónico.
Características esenciales en zapatillas para mujeres mayores de 40
No todas las zapatillas deportivas están diseñadas para las necesidades específicas de las mujeres adultas. Estos son los aspectos clave que deben considerarse:
Amortiguación adecuada
Ayuda a absorber el impacto al caminar o correr, protegiendo rodillas, tobillos y caderas. La amortiguación es especialmente importante para quienes tienen sobrepeso, artritis o antecedentes de lesiones articulares.
Soporte del arco
La estructura del pie cambia con la edad, y el arco tiende a perder firmeza. Un buen soporte del arco distribuye correctamente el peso corporal y previene molestias en la planta del pie y la zona lumbar.
Suela antideslizante
Es crucial para evitar caídas, especialmente en pisos lisos o al aire libre durante la temporada de lluvias. Una suela con buen agarre proporciona seguridad al caminar.
Material transpirable
El exceso de humedad puede provocar hongos o infecciones. Por eso es importante elegir materiales que permitan la ventilación, como las mallas técnicas o textiles con tecnologías antibacterianas.
Diseño ergonómico
Un diseño que se ajuste bien al pie reduce el riesgo de ampollas, rozaduras y dolores en el talón o dedos. El calzado ergonómico también se adapta mejor al movimiento natural del pie.
Consejos prácticos para elegir el calzado correcto
Elegir calzado puede parecer sencillo, pero existen detalles que marcan una gran diferencia cuando hablamos de comodidad y funcionalidad.
Probarse las zapatillas al final del día
Los pies tienden a hincharse con el paso de las horas. Probar las zapatillas por la tarde o al anochecer ayuda a asegurar que no queden demasiado ajustadas.
Usar ambos pies al probar
Es común que un pie sea ligeramente más grande que el otro. Siempre se debe elegir la talla que se adapte al pie más grande, y verificar que no haya puntos de presión.
Evitar tacones altos o suelas completamente planas
Un pequeño desnivel (entre 2 y 4 centímetros) mejora la postura y alivia la tensión en el talón. Las zapatillas completamente planas pueden aumentar el riesgo de fascitis plantar.
Elegir modelos con cierres ajustables
Los sistemas de cordones, velcro o elásticos permiten adaptar el calzado a cambios de volumen en el pie a lo largo del día, especialmente en personas con circulación comprometida o retención de líquidos.
Actividad física recomendada después de los 40
El calzado adecuado debe ir acompañado de una rutina de actividad física adaptada a las necesidades de cada mujer. Las más recomendadas por especialistas en salud pública y bienestar incluyen:
- Caminatas de 30 a 60 minutos al día
- Yoga o pilates, que ayudan a mejorar la postura y flexibilidad
- Bicicleta estática o al aire libre, por su bajo impacto articular
- Ejercicios de fortalecimiento muscular, especialmente para el core y piernas
Para garantizar resultados y prevenir lesiones, siempre es recomendable consultar con un fisioterapeuta o médico deportivo.
A los 40, la comodidad deja de ser un capricho para convertirse en una prioridad. La elección de un buen calzado impacta directamente en la calidad de vida, ayudando a mantener el equilibrio, prevenir dolores y fomentar la movilidad. Las zapatillas diseñadas con soporte anatómico y materiales modernos se convierten en una aliada indispensable para quienes desean mantenerse activas sin poner en riesgo su salud.